Barrancas & Alfarcito


Habíamos quedado en salir cuatro días por la puna pero no sabía hasta donde llegaríamos ya que en lugares tan inhóspitos y poco transitados es difícil hacer un cálculo previo de tiempos.  Por suerte todo anduvo bárbaro y pudimos hacer todo el recorrido previsto (yo, en realidad, salí con la idea de que Barrancas iba a quedar para otro viaje).
los farallones de Barrancas donde están los petroglifos




Salimos de Susques al este por la ruta 52 y a la hora y media de camino tomamos un camino a la izquierda para ir a Barrancas.
camino a Barrancas desde la Ruta 52
Barrancas (3650 msnm) se llama así justamente por los enormes paredones de roca volcánica que hay a sus alrededores a la orilla del río.  En realidad se llama Abdón Castro Tolay que fue un maestro que trabajó mucho por el pueblo.
Barrancas
Es un pueblo de adobe como tantos de la puna en los que se dan muy pocos cultivos y la gente se dedica mayormente a la ganadería (llamas, ovejas y cabras).  Pero lo más interesante es que, junto con otras localidades de la zona, hacen Turismo Rural, Espejo de Sal se llama la Red que crearon.  Y está bueno porque por lo general cuando uno anda por la puna saliéndose un poco de las recorridos más turísticos, llega a pueblitos donde no hay bares, restoranes ni alojamientos, viven para ellos y ni lo tienen pensado.
Barrancas, el cole que llega 2 veces por semana
Así que lo fuimos a buscar a Martín, un guía del pueblo, y fuimos a ver los petroglifos y pinturas rupestres (de la antigua cultura Casabindo) que hay en los paredones, cerca del río.

los petroglifos de Barrancas
pinturas rupestres de Barrancas
pinturas rupestres de Barrancas
pinturas rupestres de Barrancas
los petroglifos de Barrancas

los petroglifos de Barrancas


  Barrancas
  Barrancas
Almorzamos en un Comedor de la Red Espejo de Sal y tomamos un camino hacia el este para ir a otro pueblito, Rinconadillas, bien al costado de la Laguna Guayatayoc.
  de Barrancas a Rinconadillas
  vista de la Laguna Guayatayoc, de Barrancas a Rinconadillas
vista de la Laguna Guayatayoc, de Barrancas a Rinconadillas

Rinconadillas

vista de la Laguna Guayatayoc desde Rinconadillas
De Rinconadillas fuimos al norte bordeando la Laguna y llegamos a Alfarcito, que me impactó por lo organizados que están (por lo general es raro que en comunidades tan chicas se agrupen en cooperativas...).  Tienen un Alojamiento muy bueno en la parte más alta del pueblo, un lugar donde venden artesanías re lindas (de ellos, no las clásicas artesanías "en serie" que ofrecen en los negocios de las localidades más turísticas) y justo estaban teniendo una reunión con gente del INTA para ver de agregarle valor a la sal que ahí abunda e incorporar a la venta sal con distintas especias de la zona.
 Alfarcito
desde el alojamiento comunitario de Alfarcito
Y bueno, todo se acaba, empezamos el retorno después de cuatro días alucinantes en pura-puna y desde Alfarcito bajamos hacia el sur, bordeando la Laguna Guayatayoc, hasta la ruta 52 por la que volvimos a Humahuaca vía Salinas-Cuesta de Lipán-Purmamarca...  ¡Inovidable viajezón!
de Alfarcito a la ruta 52, vista de la Laguna Guayatayoc
vuelta a la Quebrada por la ruta 52
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Sobre Vicky Yened

Hace unos 15 años que descubrí la Quebrada y Puna. Fue un flash... tremendos paisajes con cerrazos coloridos, cóndores, llamas, vicuñas, cardones, que desde hace miles de años moldean un hábitat sencillo y estremecedor... pero lo que más me impactó es la cultura viva que aun se mantiene y conmueve... la Pachamama siempre presente, las chayadas, las apachetas, las ofrendas, las rondas de coplas... Así que ahí ando, cada vez que puedo me hago escapaditas revitalizantes.

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